Lloro y brotación en los viñedos de la D.O. Toro
La llegada de la primavera es el momento en el que la naturaleza comienza a volver a la vida tras un invierno de calma y letargo. Y es que el frío y la falta de horas de sol hacen que los viñedos, al igual que la mayoría de las plantas, se encuentren en un reposo absoluto.
Pero sin duda un hecho muy significativo del viñedo, es, tras la poda, el comienzo del lloro de la vid, el paso previo a la brotación. Después del reposo invernal, el ‘lloro’ es la primera manifestación de actividad de la vid que comienza gracias a la subida de temperatura de la tierra. Esto quiere decir que la activación de la planta se está produciendo y que la absorción de agua y sustancias minerales comienza a funcionar lo que hace que la sabia circule por toda la planta. De este modo, comienza la aparición de las yemas que dará lugar al crecimiento de las hojas y de los frutos en el futuro. La planta empezará a crecer gracias a las reservas acumuladas en las raíces y en el tronco, aunque todavía no podrá realizar la fotosíntesis ya que carece de hojas para realizar dicha función.
Una vez que la raíz de la planta vuelve a estar activa, las yemas comienzan a presentar una punta verde que muestra los signos de que los primeros brotes de la planta están apareciendo. Con el paso del tiempo, esas yemas o brotes irán manifestándose en el resto de la planta y es hacia la llegada de la primavera cuando ya comienzan a mostrar signos de crecimiento. En este preciso momento es cuando se debe comenzar a trabajar el terreno labrando la tierra y eliminando las plagas de insectos que puedan ser nocivas para el viñedo. Con esta tarea, se consigue que la tierra se airee y se prepare para ofrecerle una gran cantidad de nutrientes a la planta. Es sin duda, un hecho clave que influirá en la calidad del fruto que se recoja tras la vendimia.
Entre los meses de abril y mayo tiene lugar otra fase llamada foliación. Se trata de la fase en la que en la planta comienzan a aparecer las hojas. Una etapa muy importante ya que esas hojas son las encargadas de realizar las funciones principales de la propia planta, como la fotosíntesis de la que hemos hablado anteriormente.