El equipo de cata de la prestigiosa Guía Peñín, compuesto por Carlos González (director), Juan Luis Morales (responsable de la escuela de cata) y Alberto Ruffoni (redactor), ha probado esta mañana más de 200 vinos de la Denominación de Origen Toro, entre los que se encontraban 11 vinos blancos, 6 rosados y unos 193 tintos.
Tras catar los vinos, Carlos González ha querido destacar sobre todo la evolución positiva de los vinos de Toro, más frescos, más afrutados y amables. “Las conclusiones son positivas, los vinos han ido hacia matices más frescos, la fruta se percibe mejor, la variedad se percibe mejor, no hay tanto abuso de sobremaduración o exceso de notas más tostadas en las elaboraciones”, ha explicado el director de la Guía Peñín.
Con respecto a la añada 2016, de la que han catado unos 30 vinos, Carlos González ha valorado la frescura de los vinos, “no hay verdores, no hay matices negativospero en las añadas anteriores (2015, 14, 13 y 12) ya aparecen vinos de más nivel”.
Toro, una zona privilegiada
“Toro es una zona que, quien quiera hacerlo bien tiene una gran climatología para obtener uva de calidad y, por lo tanto, vinos de muy alta calidad, complejos, potentes, con muchísima mineralidad, mucha estructura, pero a la vez con buena acidez… La verdad es que es una zona privilegiada y, como tal, hay elaboradores que le están sabiendo sacar provecho”, ha explicado González, quien lleva catando en la zona once años.
Desde la Guía Peñín han querido poner en valor el uso de la variedad Garnacha tanto en los vinos tintos como en los rosados pues, según su criterio, “le da un valor muy interesante a los vinos porque les aporta complejidad, no tapa los matices de la Tinta de Toro pero les da notas balsámicas, fruta roja y frescura. La Garnacha hace muy buen matrimonio con la Tinta de Toro, por lo que animaría a los elaboradores a que investiguen con la Garnacha”.
Blancos y rosados
El equipo de la Guía Peñín ha probado al final de la mañana vinos blancos y rosados. Aunque en este momento es algo residual, alientan a los elaboradores a hacer vinos rosados de calidad, ya que hay una gran oportunidad en el mercado internacional. “Al final es destinar una uva de más calidad a un vino de más calidad, si una uva da un buen vino tinto, por supuesto puede dar un grandísimo vino rosado”, han sentenciado.
Con respecto a los vinos blancos, Carlos González ha explicado que él “pondría el foco en la Malvasía, porque es el valor diferenciador”.
Los elaboradores de la D.O. Toro deberán esperar hasta el otoño para conocer las valoraciones de sus vinos en la Guía Peñín de los Mejores Vinos de España.