Ferrán Centelles escribe sobre los vinos de Toro

Hace unos días se publicó un artículo escrito por el sumiller español Ferrán Centelles, quien colabora con la crítica y Master of Wine inglesa Jancis Robinson, sobre los vinos de Toro: Su historia, evolución e impresiones actuales.

Ante la imposibilidad de compartir el artículo completo (la revista es sólo para suscriptores), hemos querido resumir y traducir algunos fragmentos del artículo que esperamos sean de vuestro interés.

Ferrán Centelles comienza hablando de la historia de la Denominación de Origen, que este año celebra su 30 aniversario, y de la importancia de los vinos de Toro durante la Edad Media. Hace referencia al escrito del Rey Alfonso IX de León “tengo un Toro que me da vino y un León que lo bebe”, del que ya hemos hablado en nuestras redes sociales en numerosas ocasiones.

Centelles también recalca que en 1913 ya había y documento oficinal del Departamento de Agricultura en el que se mencionaba la Denominación (¡gracias por recordar este dato!); aunque el reconocimiento murió con la Guerra Civil.

Con respecto a los viñedos, el sumiller pone en valor que hoy en día aproximadamente el 60% están plantados en pie franco debido a que los suelos arenosos previenen el ataque de la filoxera. Estos suelos, sin embargo, se combinan con distintos porcentajes de arcilla, caliza y canto rodado.

El 80% del viñedo de Toro está plantando en vaso, 1.200 de las 5.500 Ha. de la superficie plantada son cepas de más de 50 años, aunque también existen cepas de más de un siglo. Esto significa que los rendimientos son de los más bajos de España, unos 3.500 kg/Ha.

Ferrán explica que las características descritas anteriormente favorecen un potencial de la uva muy alto y una gran concentración. Reconoce que esperaba algunos desequilibrios en los vinos debido a la alta graduación y concentración, pero finalmente se encontró con que la mayoría de los vinos han sabido expresar una gran carga frutal.

Una de las puntualizaciones que nos han resultado interesantes es que el sumiller explica que los vinos de Toro le han obligado a dar lo mejor de él como catador, ya que la Toro  es una Denominación de Origen con identidad propia y todos los vinos comparten un hilo conductor basado en lo explicado anteriormente.

La mayoría de los productores, dice Centelles, aplican técnicas de micro-oxigenación para suavizar los taninos, también están reduciendo el tiempo de maceración de la piel durante la fermentación para buscar más suavidad.

Tras unas breves explicaciones sobre las variedades de uva de la región, Ferrán destaca algunos vinos que se han sorprendido por su relación calidad – precio, por la presencia de la Garnacha y por supuesto por su calidad.

Termina el sumiller agradeciendo la colaboración del equipo del Consejo Regulador de Toro y en especial del director técnico, Santiago Castro, quien le acompañó durante la cata de más de 50 vinos.

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