La DO Toro celebra su 30 aniversario con la más alta gastronomía

La Denominación de Origen Toro se vestirá de gala el próximo 4 de diciembre para conmemorar sus primeros 30 años como marca de calidad vitivinícola.

El Salón de Columnas del Círculo de Bellas Artes, de Madrid, será la sede de un evento presentado por el periodista Fernando Ónega, que contará con representantes de la restauración madrileña, embajadores de los vinos de Toro, del sector productor y elaborador, miembros de los Gobiernos Central y regional, así como integrantes del propio Consejo Regulador de la DO Toro con su presidente, Felipe Nalda Álvarez, a la cabeza.

Este acto pretende convertirse en un reconocimiento público a la cuidada trayectoria seguida por los vinos de la Denominación de Origen Toro en sus tres décadas de existencia. Una labor que les ha permitido posicionarse en el grupo de cabeza de los vinos de calidad españoles y situar algunas de sus elaboraciones entre las más valoradas por los críticos enológicos.

Las primeras alusiones a la producción vitivinícola en Toro se remontan a épocas prerromanas. En la Edad Media obtiene privilegios reales que permitían su comercialización incluso en localidades donde su venta estaba prohibida. 

Pero los vinos de Toro, además, viajaron con Cristóbal Colón en su descubrimiento de América, gracias a la influencia del confesor de los Reyes Católicos y tutor de sus hijos, el obispo toresano Fray Luis de Deza. De hecho, la carabela Pinta recibe el nombre de una popular medida de vino.

Ya en el siglo XX, en la década de los 70, comienzan a darse los pasos para constituir la Denominación de Origen Toro, lo que se consigue en 1987, cuando el Ministerio de Agricultura, Pesca y Calificación reconoce esta calificación publicándola en el Boletín Oficial del Estado. Fue un grupo de siete bodegas las que tomaron la iniciativa, con el objeto de poner en valor los vinos que venían elaborando con la variedad autóctona, la Tinta de Toro y tener un marchamo que fuera una garantía de origen y calidad para los consumidores.

En el recorrido de la DO Toro hay hitos destacados, como la llegada de grandes firmas, la última de las cuales logró 100 puntos Parker en uno de sus vinos, lo que puso a la DO Toro en el mapa internacional. O el desembarco de importantes empresas de otras regiones vitivinícolas españolas e inversores franceses, grupos inversores que han dado un giro comercial importante a la DO.

La DO Toro se extiende por 62.000 hectáreas de terreno situadas al sureste de Zamora y el suroeste de Valladolid, contando con 5.500 hectáreas de viñedo inscritas en el Consejo Regulador.  Con 62 bodegas inscritas actualmente, tiene como retos de futuro el incremento de ventas para aumentar la cuota de mercado, tanto en el mercado nacional como en el internacional, manteniendo el prestigio y calidad de los vinos de Toro.