Toro, vinos con nuevo poderío

Los vinos de Toro ya no son aquellos que acompañaron a los descubridores del Nuevo Mundo porque se caracterizaban por mantener su alta graduación. Hoy se han actualizado, acomodándose a los gustos actuales, de manera que estas tierras zamoranas se descubren como “el nuevo mundo” para reconocidos vinateros.
No en vano, el prestigioso crítico norteamericano de vino, Robert Parker, escribió hace poco que España será una de las estrellas del mercado internacional del vino en los próximos años y Toro será una de las denominaciones más emergentes.
Sin embargo, esto no hace perder la ancestral tradición de utilizar como principal base para los caldos de la zona la variedad Tinta de Toro, una uva autóctona que madura temprano y permite que la Denominación de Origen puedan comercializar los primeros vinos a partir de noviembre del mismo año de la recolección.

El Bajo Duero

La Denominación de Origen Toro aglutina a varios pueblos del sur de Zamora y del norte de Valladolid, comprendiendo las comarcas naturales de Tierra del Vino; Valle del Guarena y Tierra de Toro; Argujillo; Bóveda de Toro; Morales de Toro; El Pego; Peleagonzalo; El Piñero; San Miguel de la Ribera; Sanzoles; Toro; Valdefinjas; Venialbo y Villabuena del Puente son las localidades zamoranas pertenecientes a esta zona vitivinícola, mientras que las vallisoletanas son Villafranca de Duero; San Román de Hornija; Pedrosa del Rey; Pago de Villaester de Arriba y Pago de Villaester de Abajo.
Cuatro ríos han modelado el relieve de la zona, dando lugar a un terreno suavemente ondulado con pendientes muy ligeras que oscilan entre los 650 y los 735 metros de altitud.

Entre ellos, el Duero —quien anteriormente riega las tierras de otra reconocida zona de vinos: Ribera del Duero—, es el río principal; aunque tampoco hay que olvidar al Guareña; el Talada y el Hornija.

“El frío se va antes”

El clima es una condición muy importante para la producción de una buena uva que posteriormente dará fruto a unos buenos vinos.
La zona de Toro se caracteriza por un extremado frío en invierno, con heladas aseguradas de octubre a mayo; gran número de horas de sol y una escasa humedad ambiental, factores que aportan una calidad excepcional al fruto de la vid.

Tinta de Toro

La principal variedad es la Tinta de Toro, una uva autóctona de cuyo origen no se tiene información, aunque se considera que fueron los romanos quienes promocionaron la producción de vino en la zona.
Actualmente, el Consejo Regulador de la Denominación fomenta la plantación de esta variedad y desde 1990, la Junta de Castilla y León se ve inmersa en un plan de selección clonal y sanitaria de la vid entre las que está rescatando la Tinta de Toro.
Además, también se cultivan otras variedades como la Garnacha o Tinto Aragonés; y en blancas la Malvasía y el Verdejo.
Según los datos del Consejo Regulador de la Denominación de Toro, los vinos jóvenes son los que más se comercializan, tanto en España como en el exterior, seguido de los crianza.
Los reservas tienen una mayor aceptación fuera de nuestras fronteras, mientras que los caldos blancos y rosados están mejor vistos entre el consumidor español.

Fuente: Diartio Digital Agrario