José Ramón Martínez, periodista de la publicación "Sobremesa": «Toro es en este momento la cuarta referencia de vinos tintos en España»

-¿Qué cabida tienen los vinos de Toro en la revista "Sobremesa"?
-Los vinos de Toro tienen toda la cabida, hasta el punto de que hace tres años ya anunciamos lo que iba a ocurrir en Toro; entonces, como anécdota, hicimos una cata y sólo había ocho vinos, cuatro de ellos sacados de barrica que no tenían marca, no estaban acabados de hacer y otros cuatro con marca. Y eso era Toro en aquel momento y apostamos y lo llamamos "El Dorado del vino o la fiebre del oro". Entonces anunciamos, y nos cabe mucho orgullo por ello, lo que venía en Toro; y creemos que Toro tiene una gran cabida y, en mi opinión, estamos hablando de la cuarta referencia de vinos tintos en España en este momento. En cuanto a potencial, pero no sólo, sino también en cuanto a la realidad actual.
-¿Cómo definiría exactamente estos caldos?
-Creo que se parte de una materia prima muy interesante, con muchas virtudes, con gran potencia y demás, y yo creo que se está haciendo un trabajo de domar esa fiera para adecuarla un poco a los patrones que se manejan hoy en el mundo del vino y creo que las bodegas, en general, lo están haciendo muy bien en ese sentido. Por decirlo en términos especializados, hubo una época que en La Rioja se hizo una revolución tardía que se llamó la "revolución de la alta expresión" y se hablaba de color, de cuerpo, de concentración de los vinos. Aquí no hacía falta hacer eso, porque ya estaba hecho y aquí el trabajo que hay que hacer es el inverso: esa gran potencia y estructura adecuarla o contenerla para que no se desborde. Son vinos que además pueden alcanzar un grado de finura que no tienen nada que envidiar a unos ejemplos del Duero próximos como la Ribera del Duero que siempre ha destacado por esa finura natural de sus vinos, pero que hay que trabajar un poquito más en las bodegas. Aquí, digamos que Dios da las cosas menos hechas, tenemos que trabajar un poco más.
-Se anunció hace unos años esa fiebre del oro, ha habido una evolución, pero, ¿en qué situación están ahora mismo los vinos de Toro, hay ya un techo o aún se puede evolucionar más?
-Hace tres, cuatro años había ocho botellas de vino en una cata en una revista especializada como "Sobremesa". Hoy podemos sentar a esa misma mesa de cata treinta vinos. Eso indica que había un camino que recorrer que se está recorriendo muy bien. Y yo creo que además todas las bodegas son conscientes de la materia prima con la que están trabajando y creo que le están dando un tratamiento muy adecuado, con lo cual el futuro que le auguro es muy bueno en este sentido.

-Recientemente se ha calificado la añada 2003 como excelente, ¿qué valoración le merce?
-La valoración, a priori, es que no me extraña que haya sido una gran añada porque aquí hay condiciones y materia prima para extraer grandes añadas de vino un año tras otro sin ningún problema; aunque todos sabemos que la cosecha 2003, en general, fue complicada, pero yo creo que el grado de desarrollo técnico de las bodegas aquí ya ha alcanzado ese nivel suficiente como para, si hay algún problema natural, corregirlo, en el sentido más noble de la palabra, es decir, corregirlo a base de un tratamiento enológico adecuado a las características de la añada; por lo tanto no me sorprende.

(Fuente: Extracto de entrevista en "La Opinión de Zamora"