Paulo Coutinho, el enólogo de la bodega portuguesa Quinta do Portal, ubicada en Oporto, y su homóloga Silvia García, de la bodega de la D.O. Toro Liberalia, se reunieron ayer en la industria toresana para materializar el primer "coupage" que se realiza en esta zona, ensamblando dos vinos de ambas bodegas. Apadrinando una ocasión como la de ayer estuvo el director de la Estación Enológica de Castilla y León, Pascual Herrera, quien ha apoyado este proyecto desde un primer momento, puesto que precisamente nació de la conferencia que ofreció en el marco del Festival Vinos Durii, celebrado en Zamora el pasado mes de junio, que llevaba por título "Una fantasía posible", en relación a esta idea. Ambas bodegas han elaborado sus vinos por separado, utilizando las variedades Tinta de Toro y Tinta Roriz, respectivamente, como ya informó este diario hace algunas semanas, y lo que se hizo ayer fue el ensamblaje de ambos caldos. El resultado ha sido un tinto joven roble en el que la presencia de ambas variedades está al 50%, del que se van a producir unas 8.000 botellas que saldrán al mercado en el mes de junio.
Variedades singulares
Los expertos están trabajando ahora en la búsqueda de una etiqueta y una marca que defina el producto, que no podrá estar amparado a denominación de origen, porque está elaborado con una variedad no autorizada, la Roriz, pero sí tendrá en el río Duero su seña de identidad. «Pondremos en la botellas el nombre de las variedades con que se ha elaborado y eso hará que de alguna manera ya se esté diciendo de qué zona es», señalaba ayer Silvia García, mientras que su compañero portugués añadía que «al hablar del Duero ya se está ofreciendo información al consumidor; será, además, un vino de la comunidad europea». Ambas zonas vinícolas comparten la misma variedad de uva, el tempranillo, y el mismo río, con lo que «solo no separa la frontera», como dijo Coutinho. Sin embargo, el tipo de clima y de suelo que existen en las dos áreas vinícolas, muy diferente puesto que se está hablando por lo pronto de dos altitudes distintas, hace que la misma variedad adquiera unas características. La enóloga apuntó en este sentido que «genéticamente son variedades iguales, pero están en medios totalmente diferentes y eso hace que tengan singularidades». Para Coutinho, «la cuestión aromática es lo que más las diferencia; la Roriz destaca por su aporte de frutos rojos bien maduros, mientras que la Tinta de Toro tiene una estructura que le viene dada por un suelo con más mineral, y todo esto se refleja en el vino». Así las cosas, finalmente García ha definido el vino resultante como «muy complejo, porque tiene las dos vertientes».
El director de la Estación Enológica de Castilla y León, que también dirige el Museo del Vino de la localidad vallisoletana de Peñafiel, Pascual Herrera, cree que dentro de los ensamblajes que se pueden hacer entre las variedades de uva de Portugal y las de Castilla y León, como puso de manifiesto en la conferencia ofrecida en Vinos Durii, «el más natural» es que se ha hecho con el vino de Liberalia y el de Quinta de Portal, o lo que es lo mismo, entre las variedades Tinta de Toro y Tinta Roriz, puesto que «existe gran afinidad de aromas y estructuras y lo que faltaba era ensamblar el clima y el suelo». Herrera explicó, así mismo que se eligieron ambos para hacer el "coupage" «tras varios ensayos» y dijo que la filosofía , «el sentimiento enológico» que ha definido el proyecto ha sido «la unión de los dos Dueros, porque hemos estado viviendo mucho tiempo de espaldas y ahora vemos que se pueden hacer muchas cosas juntos por la vía del río Duero». En este sentido Herrera lo concreta en «intercambios culturales, porque el vino está muy ligado a la cultura y hay muchos puntos en común, como la arquitectura civil, religiosa e incluso de bodegas antiguas». Es decir, el director de la Estación Enológica habla de Enoturismo o Turismo Enológico, porque, según dijo, «a quién no le tienta bajar el Duero y ver todo lo que hay bebiendo buenos vinos», algo que se está haciendo desde hace tiempo y con mucho éxito en torno e otros ríos europeos como el Rhin, el Rodano o el Garona, entre otros, «lo que ocurre es que aquí está sin explotar», según señaló.
Situación de la D.O. Toro
El director de la Estación Enológica aprovechó para hacer una referencia al momento porque el atraviesa la Denominación de Origen Toro. «Comercialmente estamos es un momento difícil, porque hay excedentes y mucha competencia», dijo, pero, «en general, nuestras denominaciones de origen lo están soportando». Dentro de este balance, Toro, «tiene mucho porvenir, pero no en el sentido tópico de siempre», señaló Herrera, y añadió, «aquí se está yendo con tranquilidad, los precios no han subido excesivamente y el producto es inigualable». Herrera recordó que «hace algunos años» ya vaticinó que «la mejor materia prima es la de Toro, porque hay ausencia de plagas y la maduración es excelente». Con todo, concluyó que «en cuanto a elaboración ya se ha llegado al punto álgido, las cosas se están haciendo muy bien, por lo que ahora hay que saber esperar y tener paciencia, porque el momento que vive el sector a nivel general es difícil».
Pascual Herrera: «Hay que potenciar el turismo enológico a través del Duero»
El director de la Estación Enológica de Rueda, Pascual Herrera, señalaba ayer que en Castilla y León «nos hemos dado cuenta de que es necesario potenciar el Enoturismo, pero aquí está todo muy desorganizado», a la vez que contrastaba esta situación con lo que contrariamente ocurre en paises como Francia o Italia. «Aquí no sabemos por dónde empezar y nos topamos con muchas dificultades: que si una bodega está cerrada los fines de semana, que si otra no quiere o no puede abrir, etc», puntualizaba en este sentido. Según Herrera, en esta región «se están dando los primeros pasos y tenemos ante sí un verdadero filón, porque el enoturismo es una forma de vender vino, de vender gastronomía, cultura, periódicos, cámaras de fotos…», señalaba muy gráficamente, para concretar en definitiva que «tenemos mucho que ofrecer y aún no se ha sacado todo el pescado a vender en ninguno de los quioscos». Sin embargo, para que el desarrollo del Turismo Rural tenga éxito, Herrera considera que hay que el bodeguero debe cambiar su mentalidad: «el bodeguero debe dar facilidades al visitante, tiene que convencerse de que hay que abrir los sábados y domingos y de que si pone a una persona al frente al final le va a ser rentable, y si no lo es en seis meses, habrá que esperar un poco más, debe tener paciencia, pero lo que está claro es que si la gente quiere verlo, no le vamos a cerrar el escaparate».
Fuente: Maite Barrio (La Opinión de Zamora – 21/03/2006)