Hnos. Lurton: entre Rueda y Toro. Viticultura bordelesa en el Duero

Villafranca de Duero es el lugar escogido por Jacques y François Lurton para construir su bodega en España. Este pequeño municipio vallisoletano se encuentra a caballo entre las regiones vinícolas de Rueda y Toro, y es la única población donde se permite elaborar vino amparado por los reglamentos de las dos denominaciones de origen. La bodega estará terminada definitivamente para elaborar la cosecha de 2006: una peculiar nave de producción que alberga dos bodegas en una. El edificio está integrado en un vasto paisaje castellano que resalta su arquitectura funcional. Es obra de Francisco Blanco y Alfonso G. Gaisán, y está diseñada para compartir determinados servicios como el laboratorio, almacén, administración, etcétera, y a la vez mantener claramente diferenciadas las vinificaciones de Toro y de Rueda.

Jacques y François Lurton, dignos herederos de su padre André Lurton (Châteaux Bonnet, La Louvière, Dauzac…), son la quinta generación de una de las familias con más renombre de la viticultura de Burdeos. En el transcurso de los últimos 20 años, han sabido ganarse una reputación propia, después de haber recorrido muchos kilómetros a través de todo el mundo buscado nuevos retos, los mejores pagos y las condiciones más idóneas para el cultivo de la vid. Son un claro exponente de esa nueva generación de ‘flying winemakers’ que acumulan experiencia en la producción y comercialización del vino, sincronizando su actividad en diferentes lugares del mundo.

Los hermanos Lurton, después de haber trabajado durante muchos años en la empresa familiar, en 1988 crean la suya propia. Al inicio fue una sociedad de asesoramiento para la crianza, la vinificación y el marketing de vinos. Años más tarde, y ayudados por su padre, adquieren viñedos y producen vinos en la región del Languedoc, al sur de Francia (Les Fumées Blanches, Les Salices, Domaine Saint Michel, Château de Merville, Château des Erles – Fitou…) Consolidan la sociedad con su presencia en Uruguay; en la región Argentina de Mendoza (Piedra Negra, a base de malbec y los monovarietales a base de bonarda, cabernet sauvignon, chardonnay, pinot gris, torrontés y syrah); en las regiones españolas de Rueda y Toro; y finalmente con la adquisición de viñas y la construcción de una bodega en el valle de Colchagua, en Chile (Araucano Reserva, Gran Araucano, Alka Carmenère y Le Clos de Lolol).

A nuestro país llegan al principio de la década de los 90, motivados por la excelente fama con la que cuenta España sólo en la producción de vinos tintos. Con su experiencia en la vinificación de blancos, Jacques y François ven en los suelos áridos y las viejas cepas de Rueda un potencial sin explotar en la región, y montan su primera bodega en el pueblo de La Seca. Convirtiéndose en auténticos pioneros en la elaboración de vinos secos en Rueda. Poco tiempo después y estimulados por ellos, llegan a Navas del Rey sus primos Didier Belondrade y Brigitte Lurton, en la actualidad cuentan con su propia bodega en La Seca, donde producen 65.000 botellas de su reconocido vino Belondrade y Lurton.

En los primeros tiempos, los hermanos Lurton sólo producen sauvignon blanc, que venden en Reino Unido a Sainsbury y a Oddbins. Pero rápidamente, descubren las cualidades de la uva autóctona verdejo, ensamblada con la casta viura (Hermanos Lurton Blanco) y en 2000, cuando la DO Rueda aprueba la posibilidad de producir vinos tintos, elaboran un monovarietal a base de Tempranillo (Hermanos Lurton Tinto). La gama de Rueda la cierra un experimento, el De Puta Madre, un vino blanco de vendimia tardía, fermentado y criado durante dos años en roble. El nombre es fruto de una descontrolada expresión al catar el contenido de unas barricas de casta verdejo casi olvidadas en la bodega. Paralelamente, también elaboran un rosado compuesto sólo con tempranillo, amparado bajo la denominación de origen Vino de la Tierra de Castilla y León (Hermanos Lurton Rosado). En la actualidad son los segundos exportadores de Rueda después de la bodega de Marqués de Riscal.

Tras haber intentado en vano establecerse en Ribera del Duero, y ante el resurgir de la DO Toro, ven en esta región tradicionalmente eclipsada por su vecina Ribera de Duero, la oportunidad de un nuevo Priorat. Los suelos profundos de cantos rodados, cercanos a la ribera del río, con subsuelos de arena gruesa, dan rendimientos muy bajos de la casta autóctona tinta de toro (variedad de la tempranillo). El resultado son vinos concentrados como El Albar Barricas, un vino que no lleva la calificación de Crianza, aun pudiendo llevarla, suave y redondo con una nota fundida de madera. El hermano grande es El Albar Excelencia, del que sólo se producen unas 15.000 botellas al año, un sutil vino, con un periodo de envejecimiento superior.

Asociados con Michel Rolland, tal vez el enólogo itinerante más famoso del mundo, y a su mujer Dany Rolland, elaboran desde 2001 el Campo Elíseo. Este excepcional vino, procedente de viñedos situados en la parte alta de la meseta de Toro, es la expresión más auténtica del nuevo estilo de Toro, donde las actuales técnicas de elaboración que se aplican a la variedad toresana son capaces de transformar los rudos tintos de la zona en propuestas de probada elegancia y finura.

François y Jacques Lurton forman un equipo perfectamente complementado, apoyado por los equipos de enólogos que tienen en las diferentes bodegas. Mientras Jacques se concentra en la viticultura y la vinificación, François administra la compañía y dirige la actividad comercial de las más de 70 marcas que elaboran en todo el mundo.

Fuente: Rycardo de Paz (Elmundovino.com, 05/01/2006)